Comencé trabajando en mi espiritualidad y, sin darme cuenta, el proceso de sanación empezó.
Ese despertar me llevó a explorar una forma más saludable de alimentarme y cocinar. Me fascinaba ver cómo las semillas y los frutos secos se transformaban en mi procesador de alimentos. Seguía investigando y descubrí el enorme impacto que tiene nuestra alimentación en la salud: para bien… y para mal.
El inicio fue difuso, casi inconsciente.
También comprendí cómo el uso inadecuado o excesivo de la comida muchas veces se emplea para suprimir o calmar emociones negativas (lo que conocemos como “alimentación emocional”), dañando nuestro bienestar físico y emocional.
Ese descubrimiento abrió un mundo nuevo para mí. Decidí ir más lejos: me certifiqué como Integrative Nutrition Health Coach para comprenderlo todo de forma integral, unir las piezas del rompecabezas… y así poder expandir un estilo de vida más saludable y feliz, primero en mí y luego en quienes acompaño.